La semana pasada revisábamos que la generosidad es una cualidad que puede ayudarnos a desarrollar nuestra capacidad de tener atención plena (mindfulness). Esta semana revisamos otra virtud que en ocasiones puede resultar difícil de cultivar, pero que puede ayudarnos a manejar nuestro estrés y vivir nuestra vida con un sentido más profundo: la paciencia.

Lee nuestro tip de esta semana pacientemente y disfrútalo.

“Ciertas actitudes o cualidades mentales apoyan nuestra práctica de meditación y proveen de un suelo fértil en el cual las semillas de la atención plena (mindfulness) puedes florecer. Al cultivar estas cualidades de manera consciente, estamos de hecho arando la tierra de nuestra propia mente y asegurándonos que pueda servir como una fuente de claridad, compasión y acción correcta en nuestras vidas.

Estas cualidades internas que apoyan a la práctica de la meditación no pueden ser impuestas. Sólo pueden ser cultivadas, únicamente cuando has alcanzado el punto en donde tu motivación interna es lo suficientemente fuerte para querer dejar de contribuir a tu propio sufrimiento y confusión y tal vez al de los demás. Esto puede definirse como comportarse de manera ética– un concepto mal entendido en muchos círculos.

Veo a la paciencia como una de esas actitudes éticas fundamentales. Si cultivas la paciencia, es casi inevitable que cultives atención plena (mindfulness), y tu práctica de meditación gradualmente se volverá más rica y madura. Después de todo, si realmente no estás tratando de llegar a ningún otro lugar en este momento la paciencia se hace cargo de sí misma. Es recordar que las cosas se desarrollan a su propio tiempo. Las estaciones no pueden ser apuradas. La primavera llega, el pasto crece por sí mismo. Estar con prisas normalmente no ayuda, y puede crear una gran cantidad de sufrimiento, a veces en nosotros, a veces en aquellos que nos rodean.”

Jon Kabat-Zinn– Wherever you go, there you are