El estrés ¿sólo para adultos?
Desafortunadamente, el estilo de vida actual ocasiona que algunos o muchos de los niños y adolescentes sufran las consecuencias del estrés desde edades muy tempranas. Por ejemplo, hay niños y adolescentes que además de la educación formal que reciben en las escuelas tienen que asistir a una gran cantidad de clases extracurriculares (música, teatro, deportes, manualidades, baile, natación, entre muchas otras), lo que ocasiona que tengan un menor tiempo para jugar y divertirse y tengan que correr de una clase a otra. Además de todas las demandas y expectativas que se generan alrededor de ellos.
Por otro lado, hay niños y adolescentes que sufren situaciones emocionalmente difíciles, desde la ausencia de sus padres (porque ambos padres trabajan todo el día), falta de apoyo por parte de su familia, el divorcio de sus padres, entre muchas otras situaciones que dificulta el desarrollo normal del niño.
Debido a esta situación resulta esencial brindar a los niños y adolescentes de herramientas y habilidades que les permitan afrontar las diversas situaciones de la vida cotidiana. En este sentido mindfulness (atención plena) constituye una habilidad que todos los seres humanos poseemos y que puede ser desarrollada a través de la práctica y que permite afrontar de una manera más asertiva cualquier situación que se presente en la vida cotidiana.
Mindfulness (atención plena) es una manera de aprender a llevar la atención a lo que sucede en el momento presente, sin realizar evaluaciones o juicios. Esto permite explorar y entender de una mejor manera la relación que existe entre el cuerpo y la mente, lo que permite tener un mayor cuidado de sí mismo. Asimismo, mindfulness (atención plena) brinda a la persona que lo práctica una sensación de tranquilidad, paz y bienestar.
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