Neurociencia contemplativa 2, o cómo la meditación cambia la estructura física de tu cerebro

Hace algunos meses, les platiqué acerca de esta nueva disciplina que algunos llaman “neurociencia contemplativa” (artículo), la cual estudia el efecto de las prácticas contemplativas (entre ellas la meditación) sobre el funcionamiento y estructura del cerebro y sistema nervioso. Esta línea de investigación parece estar cobrando una fuerza cada vez mayor, con numerosos estudios publicados en prestigiosas revistas científicas. Su relevancia radica, como lo comentábamos, en encontrar correlatos físiológicos y anatómicos a la práctica contemplativa, ya que una gran cantidad de investigaciones acerca de la meditación se limitan a reportar resultados de puntajes de cuestionarios o autorreportes, los cuales, a pesar de tener una validez importante, no poseen la contundencia de las mediciones más sofisticadas como la que les comentaré a continuación.
Aquí un ejemplo:
  • En un estudio publicado en la revista Neuroimage en el 2009, la investigadora Eileen Luders de UCLA encontró, al comparar las imágenes del cerebro (resonancia magnética) de 22 personas meditadoras con las de igual número de sujetos sin experiencia en meditación, que existía una mayor cantidad de materia gris en regiones del cerebro asociadas a atención, regulación emocional y flexibilidad mental (hipocampo, tálamo y corteza órbito-frontal derecha). Típicamente, cuando existe una mayor cantidad de materia gris en alguna zona del cerebro, esa zona se vuelve más poderosa y eficiente para procesar información. (Aquí está el artículo completo para los y las que le quieran echar un ojo: Luders-NI09 )

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