4 pasos antes de decidir: mindfulness

Un aspecto importante en el ámbito empresarial y en la vida cotidiana de las personas es la toma de decisiones. Si bien se han realizado diversos estudios en psicología  para reconocer las variables que influyen en dicho proceso (por ejemplo la cognición vs las emociones); son recientes las investigaciones en relación al efecto que tiene la práctica de mindfulness.

Actualmente la evidencia al respecto apunta hacia un beneficio de la práctica de mindfulness en la toma de decisiones; facilitando el uso del pensamiento deductivo para llegar a conclusiones. Es por eso que presentamos a continuación parte de los hallazgos encontrados por el Dr. Jochen Reb de Comportamiento Organizacional de la Universidad de Administración de Singapur; quien sugiere que la práctica de mindfulness tiene un efecto positivo en las distintas etapas del proceso de toma de decisiones.

  1. Enmarcar la decisión: la práctica de mindfulness puede ayudar a ser pro-activo al identificar el momento en el que una decisión debe de hacerse o si es realmente innecesaria; mediante la clarificación de los objetivos, generación de posibilidades, evitando la escalada irracional de compromiso con una mala decisión anterior; así como el reconocimiento de la dimensión ética de la decisión que debe tomarse. Algunos estudios señalan que las personas que practican mindfulness (toman una pausa para reflexionar y escucharse a sí mismos), también son más conscientes de los principios éticos lo cual les permite tomar decisiones en consonancia con sus valores. Por el contrario, las personas que no logran vincular las decisiones con sus objetivos y valores principales, pueden encontrar que su elección les llevará a un lugar en donde no quieren estar.
  2. Recopilar información: implica la búsqueda de información  necesaria para hacer la elección correcta. Dos aspectos importantes de esta etapa son: cantidad y la calidad de información recolectada. Se ha encontrado que al practicar mindfulness se desarrolla mayor tolerancia hacia la incertidumbre y permite ser más determinante al tomar una decisión a pesar de muchas incógnitas.
  3. Llegar a una conclusión: la práctica de mindfulness ayuda a las personas a examinar y cuantificar la discrepancia entre la intuición y el análisis sistemático que se realiza al tomar una decisión. Esto implica distanciarse de las emociones y los pensamientos para tener mayor perspectiva y claridad; separando  la información irrelevante  vs relevante y siendo menos proclives a creer en estereotipos al tomar una decisión. Llegar a la conclusión incluye implementar la decisión. Algunos estudios muestran que las personas que practican mindfulness tienen menor probabilidad de ser víctimas en la “brecha de intención de comportamiento”; es decir, en la desconexión entre saber lo que necesitas hacer y el hecho de realmente hacerlo.
  4. Aprender de la retroalimentación: las personas que practican mindfulness son más propensas a aprender de las lecciones correctas de la experiencia, reconociendo cuando falta  la retroalimentación. Además, les es más fácil desengancharse del “ego”  haciéndose más abiertos a la retroalimentación negativa.

Finalmente, es preciso señalar que una toma de decisiones consciente puede llevar más tiempo; sin embargo, las evidencias sugieren que mientras este proceso sea relativamente más lento, una vez que la decisión es tomada, el tiempo de la implementación será mucho más rápido debido a las consideraciones tomadas previamente.

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